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Poema 12
Para mi corazón basta tu pecho,para tu libertad bastan mis alas.Desde mi boca llegará hasta el cielolo que estaba dormido sobre tu alma.Es en ti la ilusión de cada día.Llegas como el rocío a las corolas.Socavas el horizonte con tu ausencia.Eternamente en fuga como la ola.He dicho que cantabas en el vientocomo los pinos y como los mástiles.Como ellos eres alta y taciturna.Y entristeces de pronto como un viaje.Acogedora como un viejo camino.Te pueblan ecos y voces nostálgicas.Yo desperté y a veces emigran y huyenpájaros que dormían en tu alma.Poema 13He ido marcando con cruces de fuegoel atlas blanco de tu cuerpo.Mi boca era una araña que cruzaba escondiéndose.En ti, detrás de ti, temerosa, sedienta.Historias que contarte a la orilla del crepúsculo,muñeca triste y dulce, para que no estuvieras triste.Un cisne, un árbol, algo lejano y alegre.El tiempo de las uvas, el tiempo maduro y frutal.Yo que viví en un puerto desde donde te amaba.La soledad cruzada de sueño y de silencio.Acorralado entre el mar y la tristeza.Callado, delirante, entre dos gondoleros inmóviles.Entre los labios y la voz, algo se va muriendo.Algo con alas de pájaro, algo de angustia y de olvido.Así como las redes no retienen el agua.Muñeca mía, apenas quedan gotas temblando.Sin embargo, algo canta entre estas palabras fugaces.Algo canta, algo sube hasta mi ávida boca.oh poder celebrarte con todas las palabras de alegría.Cantar, arder, huir, como un campanario en las manos de un loco.Triste ternura mía, qué te haces de repente?Cuando he llegado al vértice más atrevido y fríomi corazón se cierra como una flor nocturna.Poema 14
Juegas todos los días con la luz del universo.Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua.Eres más que esta blanca cabecita que aprietocomo un racimo entre mis manos cada día.A nadie te pareces desde que yo te amo.Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas.Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las estrellas del sur?Ah déjame recordarte como eras entonces cuando aún no existías.De pronto el viento aúlla y golpea mi ventana cerrada.El cielo es una red cuajada de peces sombríos.Aquí vienen a dar todos los vientos, todos.Se desviste la lluvia.Pasan huyendo los pájaros.El viento. El viento.Yo solo puedo luchar contra la fuerza de los hombres.El temporal arremolina hojas oscurasy suelta todas las barcas que anoche amarraron al cielo.Tú estás aquí. Ah tú no huyesTú me responderás hasta el último grito.Ovíllate a mi lado como si tuvieras miedo.Sin embargo alguna vez corrió una sombra extraña por tus ojos.Ahora, ahora también, pequeña, me traes madreselvas,y tienes hasta los senos perfumados.Mientras el viento triste galopa matando mariposasyo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela.Cuanto te habrá dolido acostumbrarte a mí,a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan.Hemos visto arder tantas veces el lucero besándonos los ojosy sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en abanicos girantes.Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.Hasta te creo dueña del universo.Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.Quiero hacer contigolo que la primavera hace con los cerezos.Poema 15
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.Parece que los ojos se te hubieran voladoy parece que un beso te cerrara la boca.Como todas las cosas están llenas de mi almaemerges de las cosas, llena del alma mía.Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,y te pareces a la palabra melancolía;Me gustas cuando callas y estás como distante.Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:déjame que me calle con el silencio tuyo.Déjame que te hable también con tu silencioclaro como una lámpara, simple como un anillo.Eres como la noche, callada y constelada.Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.Me gustas cuando callas porque estás como ausente.Distante y dolorosa como si hubieras muerto.Una palabra entonces, una sonrisa bastan.Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.Poema 16(Paráfrasis a R. Tagore)
En mi cielo al crepúsculo eres como una nubey tu color y forma son como yo los quieroEres mía, eres mía, mujer de labios dulcesy viven en tu vida mis infinitos sueños.La lámpara de mi alma te sonrosa los pies,el agrio vino mío es más dulce en tus labios:oh segadora de mi canción de atardecer,Cómo te sienten mía mis sueños solitarios!Eres mía, eres mía, voy gritando en la brisade la tarde, y el viento arrastra mi voz viuda.Cazadora del fondo de mis ojos, tu roboestanca como el agua tu mirada nocturna.En la red de mi música estás presa, amor mío,y mis redes de música son anchas como el cielo.Mi alma nace a la orilla de tus ojos de luto.En tus ojos de luto comienza el país del sueño.